La guardia Nacional de El Salvador organizada en 1912 con la asistencia de una misión de la Guardia Civil española contratada por el gobierno del presidente Manuel Enrique Araujo, fue un cuerpo de seguridad pública creado en el marco de una política de innovación institucional y modernización del Estado. Ésta fue pieza clave en la etapa definitiva de la centralización estatal, y su proceso de despliegue territorial en la totalidad de los departamentos del país, tuvo lugar durante, por lo menos, un decenio, en el cual el nuevo cuerpo tuvo que superar dificultades de diversa naturaleza. La Guardia Nacional ha sido considerada como una institución emblemática del largo período del autoritarismo militar salvadoreño, y su papel en la historia política del país todavía es objeto de controversias.